La soledad es testigos de mis castigos y glorias,
primera de mis amigos,
la llevo conmigo igual que una más.
La Soledad me hace libre, la soledad no me engaña,
cuando el mundo se va,
soledad es la última que me acompaña.
Y es la única hermana que vence a la puesta de sol cada tarde,
la presunta culpable del amanecer sólo ante mi ventana
la que llena mi cama de amores y niños,
de abuelas y padres.
Ay, mi soledad,
a nadie nunca como a tí le he sido fiel
a lo mejor te llevo un día ante el altar,
porque, en verdad, quiero contigo envejecer.
Ay, mi soledad, hemos cruzado tanta ciénagas los dos,
tantos secretos que no podemos contar
tantas palabras que dirían que es amor.
Ay soledad que a tu manera, subes y me das la mano
y así los dos caminamos juntos por la carretera.
Ay soledad, para mí,
que yo soy un varón, y tú silueta de mujer
tienes el deseo embriagador de otras mujeres que ya no me inspirarán
estas emociones...
Aunque muera contigo, por Dios soledad, solamente te pido...
que no me abandones.
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3 comentarios:
Hola guapo, que tal va todo por ahí, que hace tiempo que no sé nada de ti, bueno espero que todo vaya bien, y abandona un poco a soledad y dejate caer por los pueblos vecinos, jaja, muaks!
Hola, que tal?, pues si ultimamente he aparecido poco por esos pueblos vecinos pero es debido a que he estado de carnaval, primero en Cádiz y este pasado fin de semana han sido los de mi pueblo...este fin de semana me pasaré...seguro.
Un beso.
La timidez es una condición ajena al corazón, una categoría, una dimensión que desemboca en la soledad.
Una frase de Pablo Neruda
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